12 de mayo de 2014

"Este gobierno no ha hecho nada en materia de RSE"



Entrevista Jordi Jaumá Bru.

En la distancia corta Ramón Jaúregui no tiene rival. Gracias a eso y a su capacidad de diálogo, entre otras cosas, es uno de los nombres cuyo prestigio permanece intacto tanto en el ámbito político como en el de la Responsabilidad Social de las Empresas. Posee un currículum sin tacha.

Llega a diario_responsable fresco, jovial, como si el mitin que acaba de dar para la campaña de las Elecciones Europeas fuera el primero de su vida - y eso que lleva desde 1973 ligado al PSOE.

Ataviado con una chaqueta sport de color gris claro y camisa de cuadros rojos, el exministro de la Presidencia - que ha ganado unas cuantas canas desde aquella experencia- mira al fotografo con sonrisa cómplice y se acomoda ante el photocall de diario_responsable como si fuera su hábitat natural. La primera pregunta le llega casi a bocajarro, cuando ya terminada la sesion de fotos se acerca al sillón de los entrevistados de esta casa.

diario_responsable.- Señor Jáuregui, ¿qué hay que hacer para que en esta campaña los candidatos pronuncien la palabra RSE?

Ramón Jaúregui.- Probablemente no la van a pronunciar. Temo que la mayor parte de nuestros rivales y de nuestros candidatos no sepan bien qué significa eso, y eso es una muestra del desconocimiento que la política oficial tiene de este concepto, lo que demuestra que todavía queda mucho camino que recorrer.

d_r.- Lleva usted unos cuantos años apartado de la primera línea de los activistas de la Responsabilidad Social de las Empresas. Desde su escaño, ¿cómo ve su evolución en España?

RJ.-Hago un balance crítico porque creo que llevamos tres años prácticamente parados, y la crisis ha puesto de manifiesto que gran parte del desarrollo de esta idea estaba más al servicio de una estrategia únicamente de márqueting y de reputación corporativa y no al de una concepción integral de esta idea en el seno de las empresas. Estoy un poco decepcionado por lo que está ocurriendo en la política pública, no han hecho nada en materia de RSE, todo está parado y el Consejo Estatal ha sido prácticamente liquidado, porque el gobierno de la derecha española no sabe cómo va esto ni le interesa, porque no ha integrado este proyecto cultural en una estrategia de competitividad y de sostenibilidad empresarial, y creo que hay un cierto agotamiento intelectual y experimental de esta idea.

Por eso soy crítico, creo que quienes hemos defendido esta cultura empresarial debemos de serlo, exponiendo crudamente que así no.

d_r.-¿Qué le parece la nueva norma sobre reportar impactos para empresas de más de quinientos empleados recientemente aprobada por el Parlamento Europeo?

RJ.-Es un paso más. No está mal pero yo hubiera ido más lejos en el universo a aplicarle esta exigencia.

d_r.-¿Incluyendo las PYMES, por ejemplo?

RJ.-Sin llegar a tanto, poniendo un umbral un poco más bajo para la aplicación de esta exigencia, y también hubiera ido más lejos en favorecer los instrumentos del reporte integrado para homologar las maneras de rendir cuentas y de transparencia en su comportamiento.

d_r.-Pero en cierto modo esto acaba con el mito de la voluntariedad de la RSE

RJ.-Sí, pero sólo respecto a la transparencia en las memorias, pero también sabemos que la práctica en los últimos años ha ido reutilizando este ejercicio de transparencia, hasta el punto de que es relativamente frecuente la subcontratación, la externalización de este tipo de memorias. Yo creo que si la memoria integrada se acaba reutilizando pierde su capacidad de estímulo y de impacto en la incorporación de la cultura integral en las empresas.

d_r -Volviendo al Congreso de los Diputados, la nueva ley de transparencia que ha sido recientemente aprobada, ¿cree Vd. que cumple con las expectativas de los ciudadanos?

RJ.-No es una mala ley. Nosotros no la hemos votado porque desgraciadamente durante todo este tiempo hemos tenido diferentes conflictos políticos con el caso Bárcenas, etc… y el Gobierno, a última hora, no accedió a las exigencias que el Grupo Socialista planteaba, especialmente con la moratoria que ha planteado para la aplicación de la transparencia, y en relación, sobre todo, con el organismo que arbitra los conflictos entre particulares y administración en la demanda de información.

Con esos dos problemas no ha habido acuerdo con el Grupo Socialista, y la ley ha quedado un poco diluida, desvirtuada, ha perdido fuerza política, sobre todo por esta moratoria absurda que el Gobierno ha introducido para su entrada en aplicación dentro de dos años, pero entiendo que esta ley acabará siendo un portal para que la cultura de la transparencia, en la administración y en la ciudadanía, acabe cogiendo fuerza en España, porque este es un recorrido en doble dirección: la administración debe saber que todo lo que hace tiene que ser transparente (todo tiene que saberse) y los ciudadanos tienen que demandarlo, y si no se produce una reciprocidad en ese camino podemos tener un problema parecido al que ocurrió con la Responsabilidad Social cuando la sociedad civil no demandaba a las empresas políticas de RSE, y eso relaja a las empresas, como en este caso relajaría a la administración.

d_r -Hablemos de Derechos Humanos. ¿Cree Vd. que además de compensar económicamente a las víctimas de Rana Plaza en Bangladesh las empresas textileras han hecho algo para que no se vuelva a producir un accidente de este tipo?

RJ- Han hecho un par de cosas, algunas de ellas interesantes. Por ejemplo un acuerdo con el mundo industrial textil para epstablecer un marco de condiciones junto al gobierno de Bangladesh de inspección y control de las fábricas textileras bengalíes. Esta no está mal. Y otra es que algunas empresas han establecido pólizas de seguros para asumir las responsabilidades que pudieran producirse en el futuro en sus subcontratas.

d_r.-¿Habla usted de la fórmula de compensación que ha puesto en marcha Javier Chércoles?

RJ.- Sí. Es la fórmula que Javier ha ideado, que creo que es meritoria. Pero en general todo esto me parece insuficiente. Creo que en el caso del textil internacional la aplicación o suscripción por parte de las empresas textileras mundiales de un compromiso de aplicación de los Principios de Ruggie, es decir,la aplicación de los derechos humanos en su cadena de suministro sería un paso fundamental.

d_r.-Volviendo a las elecciones europeas. El gobierno del PP ha impuesto la ideología del recorte y del ahogo a las clases más desfavorecidas. Aun así las encuestas les dan por ganadores de estas elecciones. ¿A qué responde esto?

RJ.-Habrá que ver qué pasa el día 25, pero quizá no hemos sido suficientemente pedagógicos para explicar a la ciudadanía que hay otra manera de explicar la crisis. Hay quizás también un tiempo demasiado corto de lo que es el paso del gobierno socialista anterior y en general una especie de desesperación frente a una crisis económica que ha sido la más importante desde la Segunda Guerra Mundial.

Creo que la izquierda ha demostrar que es capaz de ofrecer una forma distinta de salir de esta crisis y desgraciadamente en Europa estos perfiles alternativos no han estado suficientemente claros. Hemos vivido momentos tan dramáticos que probablemente la izquierda se ha visto obligada a asumir los postulados de una política económica y social contraria a su ADN porque los riesgos del rescate, la caída del Euro y de la destrucción del proyecto europeo han sido demasiado evidentes y eso nos ha obligado a ceder, pero pienso que en este momento, tras el veinticinco de mayo se abre un momento nuevo y hay dos retos que están por ver: uno es que los países del sur digan basta ya a la política exagerada del austericidio que impone el norte y otro es que la izquierda europea diga basta ya a una Europa sin pilar social.

Ramón Jaúregui y Jordi Jaumà


d_r.- ¿Cree que llegará el día en que los partidos políticos realizarán memorias de responsabilidad social e informarán de lo incumplido e incumplido en sus programas electorales?

RJ.-Los partidos políticos estamos sometidos al veredicto público diariamente, no creo que tengamos que hacer memorias, pero respecto a lo que son incumplimientos de nuestros programas yo sería más pragmático dando a entender que a veces los cambios en las circunstancias obligan a adaptaciones de los propósitos de los programas. Lo que nos pasó a nosotros por ejemplo en el año 2008 es un buen ejemplo: realmente, si un país sufre de golpe una caída en el ingreso fiscal de siete puntos de PIB, es decir, 70.000 millones de euros, y si además se produce en años y medio o dos años la desaparición de un sector de actividad del 12% del PIB que te crea casi tres millones de parados, tu política económica no puede ser la misma, honradamente. Muchos de los programas y proyectos tienen que adaptarse a esas realidades, mucho más cuando juegas en un espacio de moneda única, y de política europea obligada.

d_r .- Eso mismo podría decir Mariano Rajoy que no ha cumplido ni una de sus promesas electorales.

RJ.-Lo que pasa es que Rajoy ha hecho cosas mucho más duras que nosotros nunca hicimos. Nunca tocamos el Estado del Bienestar desde el punto de vista de la política de sanidad, de educación, de dependencia, y sin embargo el PP, sabiendo que ya estaba en crisis, porque en 2011 ya estábamos en plena crisis y eso lo sabían ellos, hicieron un programa de reducción de impuestos, de creación de empleo, y luego lo han incumplido todo: han aumentado los impuestos, ha aumentado el paro, han reducido la política de sanidad, han reducido el gasto educativo, han querido privatizar la sanidad, han incorporado copagos, han reducido el marco laboral con una reforma brutal… ha sido ya una vulneración flagrante de todos los planteamientos que hicieron, sabiendo como sabían ellos lo que pasaba en la economía española.

d_r -Ya terminamos, ¿se compromete a que en su próxima aparición va a hablar de la Responsabilidad Social de las Empresas?
o
Donde me ubiquen trabajaré pero naturalmente siempre desde una concepción favorable a una empresa sostenible y responsable, que creo que es capital para el mundo que viene.